A la hora señalada y con la rigorosa puntualidad referida –ver la nota aparte-, llegó pasadas las 19 de ayer el momento más esperado: la disertación del presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Dr. Ricardo Lorenzetti, cerrando con su reconocida capacidad de trasmitir fuertes mensajes con simpleza y toques de humor sobre la temática de la conferencia.
Primero, agradeció a los presentes y se mostró contento por estar en Rafaela. "Es un honor ser de esta ciudad", dijo.
"Los que toman decisiones están cada vez más lejos del sentido común. Y esa es la razón por la que nosotros debemos estar ahí", comenzó afirmando sin titubeos.
"Hay ceguera o temeridad. Eso implica no querer reconocer el problema", fue otra de las frases elocuentes que precedió a un concepto que luego reiteraría: "hay una enorme distancia entre lo que se decide y lo que se hace, y la ciudadanía lo percibe", sentenció.
Siempre en referencia a los daños medioambientales y las "facturas" que ya vino pasando la naturaleza a los seres humanos sostuvo: "las generaciones anteriores no tenían problemas de este tipo".
"Nuestra generación paga por el agua potable y las generaciones venideras la pagarán mucho más cara por esta situación. Esto generará problemas enormes, al punto que Naciones Unidas ya ha declarado el acceso al agua potable como un derecho humano".
Luego de tales diagnósticos, Lorenzetti se remontó a los orígenes de las agresiones hacia el entorno natural, en diversas facetas. Vinculando al modelo de desarrollo industrial con el auge de la supremacía de los derechos individuales por sobre los colectivos o comunes.
"Hubo en la historia otros modelos de desarrollo, por ello un cambio no sería algo extraño". En referencia a occidente "el Medioevo nos mostró una supremacía de los intereses colectivos por sobre los individuales, como en las culturas orientales o las de las poblaciones originarias, indígenas".
Tras repasar las luchas por los derechos individuales del siglo XIX y por la igualdad en el siglo XX, sostuvo, la necesidad de "generar un cambio acorde a los tiempos, seguir con el modelo de desarrollo económico, industrial, pero de una manera sustentable".
Pues, de otra manera, "si se mantienen los niveles actuales en la faz industrial y de consumo iremos hacia una catástrofe".
No resolver conflictos "de manera primitiva"
Tras valorar las distintas etapas desde el nacimiento de las corrientes ambientalistas en la década del 50, también reconoció los cambios: "hubo avances, hoy la palabra sustentable no sorprende a nadie, y fue implantada por aquellos primeros ambientalistas». Además destacó que, en materia del cuidado de la naturaleza «hoy los chicos les enseñan a los grandes".
Ya en relación a nuestro país, sostuvo que «históricamente, en todas sus etapas, y en la actualidad, la Argentina tuvo y tiene una manera muy primitiva de resolver sus conflictos". "Y el tema medioambiental es un conflicto". "Que no hay que tratar como en el fútbol o en la política con endurecimientos, con guerra de posiciones, pues eso sólo revela verdades parciales".
"Tampoco sirven los absolutismos o falsos dogmas", añadió. "Fíjense en algunos mensajes de las empresas mineras, que sin minería no hay desarrollo ni trabajo. Y Catamarca, tras 15 años de presencia de La Alumbrera la situación social sigue igual", ejemplificó.
Prosiguiendo con el tema de la minería, dijo tajante: "se puede trabajar con una minería sustentable, de lo contrario la cordillera en unos años parecerá un queso gruyere, con agujeros por todos lados. Lo mismo con los glaciares". Y abogó en tal sentido en "escuchar a todos, y sin reprimir protestas sociales, lo ideal es escuchar todas las voces en audiencias públicas".
También refirió que "los estudios de impactos ambientales deben ser imparciales e independientes, no se pueden aprobar los que presentan las empresas».
Entre otros "falsos dogmas» y posturas extremas e inclinando la balanza, Ricardo Lorenzetti dijo: "hay quienes erróneamente piensan que para defender la vida de los animales, por ejemplo debemos dejar de comer carne"a.
"Eso es falso y va en contra de la naturaleza porque precisamente, los animales entre sí
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